Si al Censo del 2021 nos acogemos, somos 51.500 latinos en Metro Vancouver y 65 mil en British Columbia, para un meritorio 2% de la población total, cuando en el 2001 éramos 13 mil y solo el 1%. Eso sin incluir las personas que hablan castellano o portugués, a la gente de la península, con la que compartimos lenguas maternas. ¿Y si a la lengua nos referimos?
Pues en Metro Vancouver en el 2021 eran 18.185 personas que tenían como lengua materna el portugués y 46.645 el castellano, pero a la hora de usarlo entre casa, ya la cosa cambia, porque solo 10.615 usaban el portugués con frecuencia y 25 mil el español. Cosa distinta cuando pensamos en los que conocen el idioma así no lo usen con frecuencia en casa, 23 mil sabían Portugués y 94 mil castellano. Es decir, casi 120 mil personas poder comunicarse o hacer parte de la comunidad latina.
La lengua es una herramienta poderosa, lo sabremos al venir a este país y poder usar el francés o el inglés para hacer vida, pero además tenemos un instrumento adicional, un superpoder, el de hablar una de las lenguas que más interés genera para convertirse en segunda o tercera lengua en este país. Si bien perfeccionar el inglés y el francés en el vocabulario, la fluidez y la pronunciación son las llaves que nos permitirán integrarnos al mundo del trabajo y a las comunidades multirraciales en las que vivimos.
Es nuestra mochila cultural, nuestras tradiciones, calidez, ética del trabajo y por supuesto nuestros idiomas los que nos definen y los que van a definir a nuestros hijos que crecerán con un pie aquí en Vancouver y otro píe en casa, al fin y al cabo ser canadiense es eso, este laboratorio humano de convivencia pacífica y multiculturalismo en el que decidimos participar por nosotros y nuestras familias.